Últimamente se habla mucho de la sgae y su maldito canon, pero que es exactamente?

Cada vez que compramos un cd virgen, un dvd o cualquier otro soporte que pueda almacenar información, se paga una pequeña cantidad (el canon), para compensar a los «artistas» por su posible uso para copiar musica, video u otra obra.

Esta cantidad va directamente a las entidades gestoras y se supone que estas lo reparten a sus asociados y digo se supone porque solo hay que ver las noticias.

¿De que cantidades estamos hablando?
Pues si no me equivoco por un CD-R son 0,17 euros y por un DVD 0,6 euros, pero por supuesto tienen canon todos los soportes, incluidos los discos duros, mp3/mp4, los escaneres e impresoras/fotocopiadoras e incluso vuestros moviles, memorias usb y grabadores de tdt.

Ahora vamos a los números reales:
Si yo tengo un servidor con 4 discos de 500GB el cual lo tengo lleno de la contabilidad de mi empresa, las fotos de mi hijo y mis videos caseros aparte de un sistema de copias de seguridad externo por disco duro y por dvd, tengo que pagar a la SGAE lo siguiente:

4 discos * 12 € = 48 € (en el momento de la compra)
4 discos * 12 € = 48 € (en el momento de la compra)
Grabadora dvd = 6 € (momento de la compra)
De momento al comprar los equipos, he tenido que pagar mas de 100€ a la sgae porque el gobierno ya me ha tachado de posible infractor de la ley, aunque yo fuera sordo y ciego, aunque lo dedique únicamente a tareas profesionales, aunque no me guste la musica española y oiga artistas extranjeros…

Ahora vamos con las copias de seguridad, en mi anterior ejemplo, si quisiera sacar una copia mensual total, deberia utilizar unos 400 dvd’s (no es ninguna bestialidad para una empresa, seria una media de poco mas de 10 discos al dia…)

400 * 0,6 =240 € mensuales

Una bestialidad.

Imaginaos una empresa con una media de 1000 clientes y que saque una actualizacion mensual de sus programas y les mande una actualización a cada uno de sus clientes… deberia pagarle a la SGAE unos 600 euros solo por el hecho de utilizar un dvd virgen, aunque nunca se haya ni se vaya a utilizar para copiar musica.

Os imaginais cuantos dvds, cd y demas soportes digitales se venden en España? Yo no soy capaz de calcular la ingente cantidad de dinero que han tenido que recaudar estos individuos.

Pero esto no es todo, la sgae cobra cuotas incluso a los transportes públicos por poner la radio (aunque por supuesto la emisora haya pagado también su correspondiente cuota), cobra la cuota correspondiente a los comercios y bares que tengan la radio y/o tv encendida y llegan incluso a meterse en bodas y demás festejos privados para ver si ponen musica para cobrar su cuota correspondiente.

Y ahora vienen y resulta que gran parte de este dinero recaudado inmoralmente, lo han destinado a enriquecerse unos pocos. Este dinero, bien o mal recaudado, debería haberse destinado a pagar a los verdaderos beneficiarios, los artistas.

Como colofón, os voy a poner un extracto aparecido en el diario la información de las 10 actuaciones mas bochornosas que ha tenido y sigue teniendo la sgae.

1º La última aparición de los ‘espías’ de la SGAE ha tenido lugar en Asturias. Según informa La Nueva España, los hosteleros locales se han quejado de que en sus negocios se infiltran falsos clientes que graban a las orquestas por si amenizan el banquete nupcial con canciones protegidas por derechos de autor. Alguno de los propietarios asistió a un juicio contra la SGAE donde entre las pruebas había un vídeo que mostraba a gente bailando canciones protegidas. Según la SGAE, de los 93 salones de bodas que hay en Asturias tres no pagan por usar su repertorio. Por ese motivo fueron demandados y un ‘espía’ de la entidad grabó imágenes difuminadas para demostrar que se utilizaba repertorio de la SGAE y emplearlo como prueba en el juicio.

2º A principios de febrero, el Instituto Ramón Menéndez Pidal de A Coruña también fue víctima del afán recaudatorio de la entidad de gestión colectiva: demandó el cobro de 95 euros por la representación gratuita de la obra ‘Bodas de sangre’ de Federico García Lorca: “Hasta que la familia de Lorca no da una autorización la SGAE no puede dejar de cobrar”, han explicado fuentes de la Sociedad General de Autores y Editores.

3º Un gimnasio de Trujillo (Cáceres) que emitía música para sus clases de aerobic chocó con los intereses económicos de la SGAE. Un representante se presentó en sus instalaciones para informar a sus propietarios y, posteriormente, acudió a la Justicia, que le dio la razón: 1.402 euros por reproducir música desde marzo de 2006 a septiembre de 2008. El propietario indicó que se trataba de música libre y gratuita de derechos que no pertenecía al catálogo de artistas de la entidad pero no lo demostró en el juicio.

4º Ni los autores de ópera centenarios se libran de la SGAE. Ante lo que consideran tarifas abusivas, escenarios y asociaciones de amigos de la ópera anunciaron el estudio de medidas para proteger su obra cultural. Señalan que les cobran hasta por las representaciones callejeras gratuitas y defienden que los derechos de autor caducan a los 70 años de la muerte del autor. Si se representa una obra adaptada por un autor cuyos derechos no han caducado la SGAE debe reclamar sus derechos de adaptación.

5º La persecución de los hombres de Teddy Bautista, presidente ejecutivo de la entidad, ha rozado en ocasiones lo absurdo. En enero conocíamos en boca del promotor musical Miguel Ángel Payeras que la SGAE solicitó cobrar por la celebración de un festival de artistas cuyas composiciones están registradas con licencia Creative Commons, es decir, de dominio público.

6º Una de las historias más mediáticas fue la de Juanma, un niño de cinco años con una enfermedad neurodegenerativa que recibió un concierto-homenaje por parte de David Bisbal, que renunció a sus honorarios para tal ocasión. Pero la SGAE no pensó lo mismo: reclamó el diez por ciento de la taquilla que le corresponde por la celebración de este tipo de espectáculos. La entidad gestora reculó finalmente y devolvió el importe ingresado a la familia de Juanma. La SGAE no recauda si el promotor informa de la realización del concierto benéfico un mes antes y demuestra que el propietario de los derechos renuncia a cobarlos para este caso.

7º Una pareja ilerdense que regenta una cafetería también sufrió el acoso de la SGAE por escuchar música mientras trabajaban. A juicio de la sociedad, el local obtenía beneficios por tener la radio puesta, ya que la habían adecuado con ocho altavoces para que la pudieran escuchar los clientes. En total, 33 cuotas que suponen 663 euros.

8º Los ‘espías’ de la SGAE cogen el autobús para ejercer su trabajo si hace falta. Así lo denunció la patronal del sector Fenebús, que deshizo el contrato que mantenía con la entidad y eliminó todo acorde musical en los viajes de sus pasajeros para no pagar los 1.265 euros que abonaban por cada empresa. Desde entonces, la patronal señala que hay inspectores de la SGAE que viajan en los autobuses para confirmar que no se pone la radio.

9º Los conciertos benéficos tampoco son inmunes a la SGAE, que, según un concejal del ayuntamiento de Málaga, solicitó 1.700 euros en calidad de derechos de autor por las actuaciones celebradas en el marco de una gala benéfica por el terremoto de Haití. Según la SGAE esta entidad nunca solicitó este dinero y señala que lo afirmado por el concejal en una rueda de prensa era una falsedad. Al igual que en el caso de Juanma, la SGAE establece un procedimiento para renunciar al pago en concepto de derechos de autor por una intención benéfica.

10º Otro asunto con una gran repercusión popular enzarzó a la SGAE con las peluquerías catalanas. Éstas iniciaron una campaña en la que pedían a los clientes que lleven su propia música para evitar el pago del ‘impuesto’ de la sociedad gestora, que señala que las peluquerías “utilizan la música para hacer más agradable la estancia y el trabajo de los que están allí”, en palabras de Teddy Bautista.

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